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Joel 2 - Biblia Reina Valera Independiente 2012 RVI


1 Toquen trompeta en Sion, y den alarma en mi santo monte; tiemblen todos los habitantes [moradores, residentes] de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano.

2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de «muchas generaciones.»

3 Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.

4 Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán.

5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.

6 Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.

7 Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; «cada cual»* marchará por su camino, y no torcerá su rumbo.

8 «Ninguno»* estrechará a su compañero, «cada uno»* irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán.

9 Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.

10 Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor.

11 Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

La misericordia de Jehová

12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, conviértanse a mí con todo su [de ustedes] corazón, con ayuno y lloro y lamento.

13 Rasguen su [de ustedes] corazón, y no sus [de ustedes] vestidos, y conviértanse a Jehová su [de ustedes] Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.

14 ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová su [de ustedes] Dios?

15 Toquen trompeta en Sion, proclamen ayuno, convoquen asamblea.

16 Reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos, congreguen a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.

17 Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad [posesión], para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

18 Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.

19 Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo les envío pan, mosto y aceite, y serán saciados de ellos; y nunca más les pondré en oprobio entre las naciones.

20 Y haré alejar de ustedes al del norte, y lo echaré en tierra seca y desierta; su superficie [faz] será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor, y subirá su pudrición, porque hizo grandes cosas.

21 Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas.

22 Animales del campo, no teman; porque los pastos del desierto reverdecerán, porque los árboles llevarán su fruto, la higuera y la vid darán sus frutos.

23 Ustedes también, hijos de Sion, alégrense y gócense en Jehová su [de ustedes] Dios; porque les ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre ustedes lluvia temprana y tardía como al principio.

24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite.

25 Y les restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra ustedes.

26 «Comerán hasta saciarse,»* y alabaran el nombre de Jehová su [de ustedes] Dios, el cual hizo maravillas con ustedes; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

27 Y conocerán que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová su [de ustedes] Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Derramamiento del Espíritu de Dios

28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán sus [de ustedes] hijos y sus [de ustedes] hijas; sus [de ustedes] ancianos soñarán sueños, y sus [de ustedes] jóvenes verán visiones.

29 Y también sobre los esclavos [siervos, sirvientes] y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.

31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.

32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.