Biblia Total


Ezequiel 20 - Biblia Reina Valera Independiente 2012 RVI


Modo de proceder de Dios con Israel

1 Sucedió en el año séptimo, en el mes quinto, a los diez días del mes, que vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar a Jehová, y se sentaron delante de mí.

2 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

3 Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿A consultarme vienen ustedes? Vivo yo, que no les responderé, dice Jehová el Señor.

4 ¿Quieres tú juzgarlos? ¿Los quieres juzgar tú, hijo de hombre? Hazles conocer las abominaciones de sus padres,

5 y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo soy Jehová su [de ustedes] Dios;

6 aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;

7 entonces les dije: «Cada uno»* eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no se contaminen con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

8 Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme; no echó de sí «cada uno»* las abominaciones de delante de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.

9 Con todo, a causa de mi nombre, para que no se infamase ante los ojos de las naciones en medio de las cuales estaban, en cuyos ojos fui conocido, actué para sacarlos de la tierra de Egipto.

10 Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto,

11 y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá.

12 Y les di también mis días de reposo, para que fuesen por señal entre mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico.

13 Mas se rebeló contra mí la casa de Israel en el desierto; no anduvieron en mis estatutos, y desecharon mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere, vivirá; y mis días de reposo profanaron enteramente [en gran manera, grandemente]; dije, por tanto, que derramaría sobre ellos mi ira en el desierto para exterminarlos.

14 Pero actué a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.

15 También yo les alcé mi mano en el desierto, jurando que no los traería a la tierra que les había dado, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;

16 porque desecharon mis decretos, y no anduvieron en mis estatutos, y mis días de reposo profanaron, porque tras sus ídolos iba su corazón.

17 Con todo, los perdonó mi ojo, pues no los maté, ni los exterminé en el desierto;

18 antes dije en el desierto a sus hijos: No anden en los estatutos de sus [de ustedes] padres, ni guarden sus leyes, ni se contaminen con sus ídolos.

19 Yo soy Jehová su [de ustedes] Dios; anden en mis estatutos, y guarden mis preceptos, y pónganlos por obra;

20 y santifiquen mis días de reposo, y sean por señal entre mí y ustedes, para que sepan que yo soy Jehová su [de ustedes] Dios.

21 Mas los hijos se rebelaron contra mí; no anduvieron en mis estatutos, ni cumplieron [guardaron, conservaron] mis decretos para ponerlos por obra, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá; profanaron mis días de reposo. Dije entonces que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto.

22 Mas retraje mi mano a causa de mi nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado.

23 También les alcé yo mi mano en el desierto, jurando que los esparciría entre las naciones, y que los dispersaría por las tierras,

24 porque no pusieron por obra mis decretos, sino que desecharon mis estatutos y profanaron mis días de reposo, y tras los ídolos de sus padres se les fueron los ojos.

25 Por eso yo también les di estatutos que no eran buenos, y decretos por los cuales no podrían vivir.

26 Y los contaminé en sus ofrendas cuando hacían pasar por el fuego a todo primogénito, para desolarlos y hacerles saber que yo soy Jehová.

27 Por tanto, hijo de hombre, habla a la casa de Israel, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Aun en esto me afrentaron sus [de ustedes] padres cuando cometieron rebelión contra mí.

28 Porque yo los traje a la tierra sobre la cual había alzado mi mano jurando que había de dársela, y miraron a todo collado alto y a todo árbol frondoso, y allí sacrificaron sus víctimas, y allí presentaron ofrendas que me irritan, allí pusieron también su incienso agradable, y allí derramaron sus libaciones.

29 Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde ustedes van? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy.

30 Di, pues, a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿No se contaminan ustedes a la manera de sus [de ustedes] padres, y fornican tras sus abominaciones?

31 Porque ofreciendo sus [de ustedes] ofrendas, haciendo pasar sus [de ustedes] hijos por el fuego, se han contaminado con todos sus [de ustedes] ídolos hasta hoy; ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no les responderé.

32 Y no ha de ser «lo que han pensado.»* Porque ustedes dicen: Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra.

33 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado, he de reinar sobre ustedes;

34 y les sacaré de entre los pueblos, y les reuniré de las tierras en que están esparcidos, con mano fuerte y brazo extendido, y enojo derramado;

35 y les traeré al desierto de los pueblos, y allí litigaré con ustedes cara a cara.

36 Como litigué con sus [de ustedes] padres en el desierto de la tierra de Egipto, así litigaré con ustedes, dice Jehová el Señor.

37 Los haré pasar bajo la vara, y los haré entrar en los vínculos del pacto [alianza, convenio, acuerdo];

38 y apartaré de entre ustedes a los rebeldes, y a los que se rebelaron contra mí; de la tierra de sus peregrinaciones los sacaré, mas a la tierra de Israel no entrarán; y sabrán que yo soy Jehová.

39 Y a ustedes, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: vayan «cada uno»* tras sus ídolos, y sírvanles, si es que a mí no me obedecen; pero no profanen más mi santo nombre con sus [de ustedes] ofrendas y con sus [de ustedes] ídolos.

40 Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré sus [de ustedes] ofrendas, y las primicias de sus [de ustedes] dones, con todas sus [de ustedes] cosas consagradas.

41 Como incienso agradable los aceptaré, cuando les haya sacado de entre los pueblos, y les haya congregado de entre las tierras en que están esparcidos; y seré santificado en ustedes a los ojos de las naciones.

42 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando les haya traído a la tierra de Israel, la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a sus [de ustedes] padres.

43 Y allí se acordaran de sus [de ustedes] caminos, y de todos sus [de ustedes] hechos en que se contaminaron; y se aborrecerán a ustedes mismos a causa de todos sus [de ustedes] pecados que cometieron.

44 Y sabrán que yo soy Jehová, cuando haga con ustedes por amor de mi nombre, no según sus [de ustedes] caminos malos ni según sus [de ustedes] perversas obras, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor.

Profecía contra el Neguev

45 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

46 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el sur, derrama tu palabra hacia la parte austral, profetiza contra el bosque del Neguev.

47 Y dirás al bosque del Neguev: Oye la palabra de Jehová: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos los rostros, desde el sur hasta el norte.

48 Y verá toda carne que yo Jehová lo encendí; no se apagará.

49 Y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ellos dicen de mí: ¿No profiere éste parábolas?