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Salmos 37 - Biblia Reina Valera 1990 (Adventista del Séptimo Día)


El camino de los malos Salmo de David.

1 Salmo de David No te impacientes a causa de los malignos, ni envidies a los que practican la iniquidad.

2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba se secarán.

3 Confía en el Eterno, y haz el bien; habita en la tierra y cultiva la fidelidad;

4 deléitale en el Señor,* y él te dará los deseos de tu corazón.

5 Encomienda al Eterno tu camino, confía en él, y él obrará.*

6 Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.

7 Descansa en el Eterno, y espera con paciencia en él.* No te impacientes por el que prospera en su camino, por el hombre que hace maldad.

8 Deja la ira y abandona el enojo. No te impacientes, que eso sólo conduce al mal.

9 Porque los malhechores serán exterminados,* pero los que esperan en el Señor, heredarán la tierra.

10 De aquí a poco el malo no existirá más. Aunque lo busques en su lugar, no lo hallarás.

11 Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán en abundancia de paz.*

12 El impío maquina contra el justo, cruje contra él sus dientes.

13 El Señor se ríe de él, porque ve que llega su día.

14 Los impíos desenvainan la espada y entesan su arco, para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.

15 La espada de ellos entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.

16 Mejor es lo poco del justo, que las muchas riquezas del impío.

17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados, pero el Señor sostiene a los justos.

18 El Eterno conoce los días de los íntegros, y su herencia permanecerá por siempre.

19 No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados.

20 Pero los impíos perecerán, y los enemigos del Eterno se desvanecerán; como la belleza de los campos serán consumidos; se disiparán como humo.

21 El impío toma prestado, y no devuelve, pero el justo da generosamente.

22 Los benditos de Dios heredarán la tierra, y los malditos de él serán exterminados.

23 El Eterno afirma los pasos del hombre bueno, y aprueba su camino.

24 Aunque caiga, no quedará postrado, porque el Eterno sostiene su mano.

25 Fui joven, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni a sus hijos mendigar el pan.

26 En todo tiempo es compasivo y presta,* y sus hijos son una bendición.

27 Apártate del mal y haz el bien, y vivirás para siempre.

28 Porque el Eterno ama la rectitud, y no desampara a sus santos. Para siempre serán guardados, pero la descendencia de los impíos será extirpada.*

29 Los justos heredarán la tierra, y vivirán por siempre jamás sobre ella.

30 La boca del justo conversa con sabiduría,* y su lengua habla con rectitud.

31 La Ley de Dios está en su corazón, por eso sus pasos no resbalarán.

32 El impío acecha al justo, y procura matarlo.

33 El Eterno no lo dejará en sus manos, ni permitirá que lo condenen cuando lo juzguen.

34 Espera en el Señor, y guarda su camino,* y él te exaltará para heredar la tierra. Cuando los pecadores sean destruidos lo verás.

35 Vi que el impío florecía y prosperaba como un cedro frondoso.

36 Pero pronto se pasó, y no existió más. Aunque lo busqué, no lo hallé.

37 Considera al íntegro, mira al justo, porque hay un porvenir dichoso para él.

38 En cambio, los impíos serán exterminados juntos; el futuro de los malos será extinguido.

39 La salvación de los justos viene del Eterno. El es su refugio en el tiempo de angustia.

40 El Eterno los ayudará y los librará. Los libertará de los impíos, y los salvará. Porque en él esperaron.*