Salmos 65:2-4

2 (3) tú que escuchas la oración.Hasta ti toda carne viene

3 (4) con sus obras culpables; nos vence el peso de nuestras rebeldías, pero tú las borras.

4 (5) Dichoso tu elegido, tu privado, en tus atrios habita. ¡Oh, hartémonos de los bienes de tu Casa, de las cosas santas de tu Templo!