Jeremías 2:24-26

24 irrumpe en el desierto y en puro celo se bebe los vientos: su estro, ¿quién lo calmará?Cualquiera que la busca la topa, ¡bien acompañada la encuentra!

25 Guarda tu pie de la descalcez y tu garganta de la sed.Pero tú dices: "No hay remedio: a mí me gustan los extranjeros, y tras ellos he de ir."

26 Cual se avergüenza el ladrón cuando es sorprendido, así se ha avergonzado la casa de Israel: ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas,