Isaías 50:6-8

6 Ofrecí mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba.Mi rostro no hurté a los insultos y salivazos.

7 Pues que Adonai habría de ayudarme para que no fuese insultado, por eso puse mi cara como el pedernal, a sabiendas de que no quedaría avergonzado.

8 Cerca está el que me justifica: ¿quién disputará conmigo?Presentémonos juntos: ¿quién es mi demandante? ¡que se llegue a mí!