Génesis 24:30-32

30 En efecto, en cuanto vio el anillo y los brazaletes en los brazos de su hermana, y oyó decir a su hermana Rebeca: "Así me ha hablado aquel hombre", se llegó a donde él. Le encontró todavía junto a los camellos cerca de la fuente,

31 y le dijo: "Ven, bendito de Adonai. ¿Por qué te quedas parado fuera, si yo he desocupado la casa y he hecho sitio para los camellos?"

32 El hombre entró en la casa, y Labán desaparejó los camellos, les dio paja y forraje, y al hombre y a sus acompañantes agua para lavarse los pies.