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Juan 7 - Biblia Versión Israelita Nazarena 2011


Incredulidad de los hermanos de Jesús

1 Después de esto, Yahoshúa siguió andando por el Galil. No quería andar por Yahudah, porque los [dirigentes] yahuditas lo buscaban para matarlo.

2 Estaba próxima la Fiesta de las Cabañas de los yahuditas.

3 Por eso, sus hermanos le dijeron: “Sal de aquí y vete a Yahudah, para que también tus discípulos vean las obras que haces.

4 Porque nadie que quiere darse a conocer hace algo en oculto. Ya que haces estas cosas, manifiéstate al mundo”.

5 Pues ni aún sus hermanos creían en él.

6 Entonces Yahoshúa les dijo: “Mi tiempo no ha llegado todavía, pero el tiempo de ustedes siempre está a la mano.

7 El mundo no puede aborrecerlos a ustedes; pero a mí me aborrece porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.

8 Suban ustedes a la Fiesta. Yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido”.

9 Después de decir esto, se quedó en el Galil.

Jesús en la fiesta de los tabernáculos

10 Pero después que sus hermanos subieron a la Fiesta, entonces él también subió, no abiertamente sino en secreto.

11 Los yahuditas lo buscaban en la Fiesta y decían: “¿Dónde está aquél?”

12 Se hacían muchos comentarios sobre él entre las multitudes. Unos decían: “Él es bueno”. Pero otros decían: “No, pero engaña a la gente”.

13 Sin embargo, nadie hablaba abiertamente de él, por miedo a los [dirigentes] yahuditas.

14 Cuando ya había pasado la mitad de la Fiesta, Yahoshúa subió al templo y se puso a enseñar.

15 Entonces los yahuditas se asombraron, y dijeron: “¿Cómo sabe éste de letras, sin haber estudiado?”

16 Por eso Yahoshúa les respondió: “Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.

17 Si alguien quiere hacer Su voluntad, conocerá si mi enseñanza proviene de Elohim o si yo hablo por mi propia cuenta.

18 El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que lo envió, ése es verdadero, y en él no hay injusticia.

19 ¿No les dio Mosheh la Torah? Y ninguno de ustedes la cumple. ¿Por qué tratan de matarme?”

20 La multitud respondió: “Tienes un demonio. ¿Quién trata de matarte?”

21 Yahoshúa les respondió: “Una sola obra hice, y todos se asombran.

22 Por esto Mosheh les dio la circuncisión (no que sea de Mosheh, sino de los padres), y en shabat ustedes circuncidan al hombre.

23 Si el hombre recibe la circuncisión en shabat para que no se quebrante la Torah de Mosheh, ¿se enojan conmigo porque en shabat sané a un hombre por completo?

24 No juzguen según las apariencias; juzguen con juicio justo”.

¿Es éste el Cristo?

25 Decían entonces algunos de Yerushaláyim: “¿No es éste a quien buscan para matarlo?

26 ¡Miren, está hablando públicamente, y no le dicen nada! ¿Será que los gobernantes han reconocido ya que es el Mashíaj?

27 Sin embargo éste, sabemos de dónde es; pero cuando venga el Mashíaj, nadie sabrá de dónde sea”.

28 Entonces Yahoshúa alzó la voz en el Templo, mientras enseñaba, y dijo: “Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy. Sin embargo yo no he venido por mí mismo sino que me envió el que es verdadero; pero a ese ustedes no lo conocen.

29 Yo lo conozco, porque de él provengo, y él me envió”.

30 Entonces procuraban apresarlo, pero nadie le puso la mano encima, porque todavía no le había llegado la hora.

31 Muchos del pueblo creyeron en él y decían: “Cuando venga el Mashíaj, ¿hará más milagros que los que ha hecho éste?”

Los fariseos envían alguaciles para prender a Jesús

32 Los fariseos oyeron que la multitud comentaba estas cosas sobre él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para apresarlo.

33 Entonces Yahoshúa dijo: “Todavía estaré con ustedes un poco de tiempo; luego iré al que me envió.

34 Ustedes me buscarán pero no me hallarán, pues a donde yo voy a estar ustedes no podrán ir”.

35 Entonces los yahuditas se decían entre ellos: “¿A dónde se irá éste que nosotros no lo hallemos? ¿Acaso se irá a la dispersión entre los griegos, para enseñarles a los griegos?

36 ¿Qué significa esa afirmación que hizo: ‘Ustedes me buscarán pero no me hallarán, y no podrán ir a donde yo voy a estar?"”

Ríos de agua viva

37 En el último día, el día grande de la Fiesta, Yahoshúa se puso de pie y alzó la voz diciendo: “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.

38 El que crea en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior”.

39 Esto dijo acerca del espíritu que iban a recibir los que creyeran en él, pues todavía no se había dado el espíritu, porque Yahoshúa aún no había sido glorificado.

División entre la gente

40 Entonces, cuando algunos de la multitud oyeron estas palabras, dijeron: “¡Verdaderamente, éste es el Profeta!”

41 Otros decían: “Este es el Mashíaj”. Pero otros decían: “¿Del Galil podrá salir el Mashíaj?

42 ¿No dice la Escritura que el Mashíaj vendrá de la descendencia de Dawid y de la aldea de Bet Léjem, de donde era Dawid?”

43 Así que había disensión entre la gente por causa de él.

44 Algunos de ellos querían tomarlo preso, pero ninguno le echó mano.

!!Nunca ha hablado hombre así!

45 Luego los guardias regresaron a los principales sacerdotes y a los fariseos, y ellos les dijeron: “¿Por qué no lo trajeron?”

46 Los guardias respondieron: “¡Ningún hombre habló jamás como habla ese hombre!”

47 Entonces los fariseos les respondieron: “¿Será posible que ustedes también hayan sido engañados?

48 ¿Habrá creído en él alguno de los principales o de los fariseos?

49 Pero esta gente que no conoce la Torah es maldita”.

50 Nakdimón, el que fue a Yahoshúa al principio y que era uno de ellos, les dijo:

51 “¿Juzga nuestra ley a un hombre sin oírlo primero y entender qué hace?”

52 Ellos le respondieron: “¿Eres tú también del Galil? Investiga y verás que del Galil no se levanta ningún profeta.

La mujer adúltera

53 Entonces se fue cada uno a su casa.