Salmos 84:8-10

8 Señor, Dios de los ejércitos, escucha mi súplica; atiéndeme, Dios de Jacob;

9 fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo, mira el rostro de tu Ungido.

10 Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir en la tienda del malvado.