Jeremías 2:26-28

26 Como se queda turbado un ladrón sorprendido, se quedan turbados los israelitas, con sus reyes, príncipes, sacerdotes y profetas;

27 dicen a un leño: Eres mi padre; a una piedra: Me has dado a luz; me dan la espalda y no la cara, pero en el aprieto dicen: ¡Ven a salvarnos!

28 ¿Y dónde están los dioses que te hacías? ¡Que se levanten ellos y te saquen del aprieto! Pues tantos como poblados eran tus dioses, Judá.