Mateo 26:51-53

51 Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo su mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le cortó su oreja.

52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.

53 O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce legiones de ángeles?