Mateo 26:38-40

38 Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.

39 Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si fuere posible, pase de mí esta copa, pero no sea mi voluntad, sino la tuya.

40 Y vino a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que, no habéis podido velar conmigo una hora?