Jeremías 30:23-25

23 ¡Miren! El enojo del SEÑOR estalla como una tormenta, un viento devastador que se arremolina sobre las cabezas de los perversos.

24 La ira feroz del SEÑOR no disminuirá hasta que haya terminado con todo lo que él tiene pensado. En los días futuros ustedes entenderán todo esto.