Jeremías 2:33-35

33 Qué bien andaban tus pies en busca de amor. Conoces todos los caminos, aun los del crimen.

34 Mira tus manos manchadas con sangre, no de bandidos sorprendidos en el crimen sino que de inocentes.

35 Sin embargo, dices: "Soy inocente ¿por qué no se aparta de mí la ira de Yavé?" Pues bien, aquí te voy a rebatir: Sí, tú pecaste.