Isaías 40:2-4

2 hablen con cariño a Jerusalén y díganle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados."[2]

3 Una voz grita: "Preparen al Señor un camino en el desierto, [3] tracen para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril.

4 Rellenen todas las cañadas, allanen los cerros y las colinas, conviertan la región quebrada y montañosa en llanura completamente lisa.