Salmos 5:9-11

9 Condúceme, Se or, en tu justicia y, en vista de quienes me acechan, allana tus caminos a mi paso.

10 No hay, por cierto, en su boca algo seguro, su interior es corrupción, sepulcro abierto su garganta, y su lengua, lisonjera.

11 Como culpables trátalos, oh Dios, y que sucumban con sus planes. Deséchalos, por sus incontables rebeld as, pues se rebelan contra ti.