Mateo 26:39-41

39 Y adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba diciendo: "¡Padre m o: si es posible, que pase de m este cáliz! Pero no sea como yo quiero sino como quieres tú".

40 Vuelve luego a los disc pulos y los encuentra durmiendo. Y dice a Pedro. "¿De modo que no habéis podido velar una sola hora conmigo?

41 Velad y orad, para que no ceder en la tentación; el esp ritu está dispuesto, pero la carne es débil".