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Josué 7 - Biblia Castilian 2003


El pecado de Acán

1 Pero los israelitas fueron infieles en lo tocante al anatema. Porque Acán, hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá, se guardó para s algo de lo entregado al anatema y la ira de Yahveh se encendió contra los israelitas.

2 Josué hab a enviado algunos hombres desde Jericó a Ay, que está cerca de Bet Avén, al oriente de Betel, con esta orden: "Subid a explorar la región". Subieron, pues, los hombres, y exploraron Ay.

3 Volvieron luego a Josué y le dijeron: "No hace falta que suba toda la tropa, que suban dos mil o tres mil hombres y ataquen Ay. No hay por qué fatigar a todo el ejército haciéndole subir hasta allá, pues aquéllos son pocos".

4 Subieron, pues, unos tres mil hombres del ejército, pero tuvieron que emprender la fuga ante los de Ay.

5 Los hombres de Ay les mataron unos treinta y seis hombres: los persiguieron desde delante de la puerta hasta Sebar n y los batieron en la bajada. Desmayó el corazón del pueblo y se quedó convertido en agua.

6 Entonces Josué rasgó sus vestiduras y cayó rostro en tierra ante el arca de Yahveh hasta el atardecer, junto con los ancianos de Israel, y esparcieron polvo sobre sus cabezas.

7 Dec a Josué: "¡Ay, Se or m o, Yahveh! ¿Por qué has hecho que este pueblo pasara a este lado del Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá hubiéramos decidido quedarnos al otro lado del Jordán!

8 ¡Por favor, Se or m o! ¿Qué voy a decir yo, después que Israel volvió las espaldas ante sus enemigos?

9 Llegará a o dos de los cananeos y de todos los habitantes del pa s, y se volverán contra nosotros para borrar nuestro nombre de la tierra. ¿Qué harás tú, entonces, por tu gran nombre?".

10 Yahveh respondió a Josué: "¡Levántate! ¿Por qué te quedas postrado rostro en tierra?

11 Israel ha pecado: han violado la alianza que les impuse, e incluso han tomado parte de lo destinado al anatema y lo han robado y ocultado, poniéndolo entre sus bagajes.

12 No podrán los israelitas hacer frente a sus enemigos, sino que volverán la espalda ante ellos, porque se han convertido en anatema. No volveré a estar con vosotros hasta tanto no exterminéis de entre vosotros lo que es objeto de anatema.

13 Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: "Purificaos para ma ana, porque as habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.

14 Ma ana os presentaréis por tribus, y la tribu que Yahveh designe por suertes se presentará por clanes y el clan que Yahveh designe por suertes se presentará por familias, y la familia que Yahveh designe por suertes se presentará por individuos.

15 Y el individuo que haya sido designado como anatema será quemado, él y todo lo que le pertenezca, pues ha violado la alianza de Yahveh y ha cometido una infamia en Israel"".

16 Se levantó Josué de madrugada y mandó que Israel se presentara por tribus; y fue designada por suertes la de Judá.

17 Hizo que se presentaran los clanes de Judá, y cayó la suerte en el clan de Zéraj; hizo que se presentara el clan de Zéraj por familias, y fue designada la de Zabd.

18 Hizo que se presentara la familia de Zabd por individuos, y fue designado por suertes Acán hijo de Carm, hijo de Zabd, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá.

19 Dijo entonces Josué a Acán: "Hijo m o, da gloria a Yahveh, Dios de Israel, y tribútale alabanza. Declárame lo que has hecho y no me ocultes nada".

20 Respondió Acán a Josué y le dijo: "En verdad soy yo quien ha pecado contra Yahveh, Dios de Israel; esto y esto es lo que he hecho:

21 vi entre el bot n un hermoso manto de Senaar, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, me dominó la codicia y los tomé. Están escondidos en la tierra, en el centro de mi tienda; la plata está debajo".

22 Josué despachó emisarios que fueron corriendo a la tienda y vieron que, en efecto, el manto estaba escondido en la tienda, con la plata debajo.

23 Tomáronlo del centro de la tienda, lo llevaron a Josué y a todos los israelitas y luego lo depositaron delante de Yahveh.

24 Entonces Josué tomó a Acán, hijo de Zéraj, junto con la plata, el manto y el lingote de oro, y también a sus hijos y a sus hijas, su ganado vacuno, sus asnos, su ganado menor, su tienda y cuanto ten a. Todo Israel estaba presente. Lo llevaron al valle de Acor.

25 Y dijo Josué: "¿Por qué nos has acarreado la desgracia? ¡Qué Yahveh te haga sufrir la misma desgracia!". Y todo Israel lo apedreó; los quemaron, pues, y los lapidaron.

26 Echaron luego sobre él un gran montón de piedras, que subsiste hasta hoy. As calmó Yahveh el furor de su cólera. Por eso aquel lugar se llama hasta hoy Valle de Acor.