2 Reyes 23:24-26

24 También acabó con los nigromantes, con los adivinos, los terafim, los dolos y todas las abominaciones que se ve an por el pa s de Judá y en Jerusalén, para poner por obra las palabras de la ley escritas en el libro que hab a encontrado el sacerdote Jilqu as en el templo de Yahveh.

25 No hubo antes de él ningún rey como él, que se volviera a Yahveh con todo su corazón y con toda su alma y con todas sus fuerzas, conformándose en todo con la ley de Moisés; ni tampoco después de él surgió otro semejante.

26 Con todo, no se apagó en Yahveh el ardor de su gran cólera, la que se hab a encendido en él contra Judá, a causa de los motivos que le hab a dado Manasés para enojarse.