2 Crónicas 30:25-27

25 Tanto la asamblea entera de Judá como los sacerdotes y levitas y toda la multitud de los que hab an venido de Israel, as como los forasteros llegados de la tierra de Israel y los que habitaban en Judá, se llenaron de alegr a.

26 Hubo as gran alborozo en Jerusalén, ya que desde los d as de Salomón, hijo de David, rey de Israel, no hab a ocurrido cosa semejante en Jerusalén.

27 Luego se levantaron los sacerdotes y los levitas y bendijeron al pueblo. Su voz fue escuchada y su oración llegó hasta la santa morada, hasta el cielo.