Juan 7:30-32

30 Entonces intentaban prenderlo; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.

31 Y muchos de la multitud creyeron en él y decían: —El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que este hace?

32 Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas. Entonces los principales sacerdotes y los fariseos enviaron guardias para que lo prendieran.