Génesis 24:21-23

21 El hombre, maravillado, la contemplaba en silencio, pues quería saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.

22 Cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes que pesaban diez,

23 y le preguntó: —¿De quién eres hija? Te ruego que me digas si en casa de tu padre hay lugar donde podamos pasar la noche.