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Rut 3 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


Rut y Booz en la era

1 Noemí, su suegra, le dijo: "Hija mía, ¿es que no debo procurarte una posición segura que te convenga?

2 Ahora bien: ¿No es pariente nuestro aquel Booz con cuyas criadas estuviste? Pues mira: Esta noche estará aventando la cebada en la era.

3 Lávate, perfúmate y ponte encima el manto, y baja a la era; que no te reconozca ese hombre antes que acabe de comer y beber.

4 Cuando se acueste, mira el lugar en que se haya acostado, vas, descubres un sitio a sus pies y te acuestas; y él mismo te indicará lo que debes hacer."

5 Ella le dijo: "Haré todo lo que me dices."

6 Bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado.

7 Booz comió y bebió, y sintió el corazón alegre. Entonces fue a acostarse junto al montón de cebada. Vino ella sigilosamente, descubrió un sitio a sus pies y se acostó.

8 A media noche sintió el hombre un escalofrío, se volvió y notó que había una mujer acostada a sus pies.

9 Dijo: "¿Quien eres tú?"; ella respondió: "Soy Rut, tu sierva. Extiende sobre tu sierva el borde de tu manto, porque tienes derecho de rescate."

10 Él dijo: "Bendita seas de Yahvé, hija mía; tu segundo acto de lealtad ha sido mejor que el primero, porque no has pretendido a ningún joven, pobre o rico.

11 Y ahora, hija mía, no temas; haré por ti cuanto me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa.

12 Ahora bien: es verdad que tengo derecho de rescate, pero hay un pariente más cercano que yo que tiene este derecho.

13 Pasa aquí esta noche, y mañana, si él quiere ejercer su derecho, que lo ejerza; pero, si se niega, te rescataré yo, ¡vive Yahvé! Acuéstate hasta el amanecer."

14 Se acostó ella a sus pies hasta la madrugada; se levantó él a la hora en que todavía un hombre no puede reconocer a otro, pues se decía: "Que no se sepa que la mujer ha venido a la era."

15 Él dijo: "Trae el manto que tienes encima y sujeta bien." Sujetó ella, y él midió seis medidas de cebada, se las puso a cuestas y luego entró en la ciudad.

16 Volvió ella donde su suegra que le dijo: "¿Cómo te ha ido, hija mía?" Y le contó cuanto el hombre había hecho por ella,

17 y añadió: "Me ha dado estas seis medidas de cebada, pues dijo: "No debes volver de vacío donde tu suegra.""

18 Noemí le dijo: "Quédate tranquila, hija mía, hasta que sepas cómo acaba el asunto; este hombre no parará hasta concluirlo hoy mismo."