Biblia Total


Proverbios 23 - Biblia de Jerusalem 3-Edicion


1 Si te sientas a comer con poderoso, mira bien al que está frente a ti;

2 refrena tu voracidad, si tienes mucha hambre;

3 no seas ansioso de sus exquisiteces, porque es comida engañosa.

4 No te afanes por enriquecerte, deja de preocuparte.

5 Apartas tu mirada y no queda nada, pues echa alas como águila y vuela hasta el cielo.

6 No te sientes a comer con el tacaño, ni codicies sus exquisiteces;

7 porque son como un pelo en la garganta. Te dice: "¡Come y bebe!", pero piensa otra cosa.

8 Vomitarías lo que has comido y malgastarías tus palabras amables.

9 No hables a oídos del necio, porque despreciará tus sensatas palabras.

10 No desplaces los linderos antiguos, ni invadas el campo del huérfano,

11 porque su defensor es poderoso, y defenderá su causa contra ti.

12 Aplica tu mente a la instrucción, y tu oído a las palabras de la experiencia.

13 No ahorres castigo al muchacho, pues no morirá porque lo azotes con la vara.

14 Si lo azotas con la vara, salvarás su vida del abismo.

15 Hijo mío, si tu corazón se hace sabio, se alegrará también mi corazón,

16 y disfrutarán mis entrañas cuando tus labios hablen correctamente.

17 No tengas envidia de los pecadores, sino del temor de Yahvé en todo momento;

18 porque así tendrás futuro y tu esperanza no será defraudada.

19 Escucha, hijo mío, hazte sabio y sigue el camino recto.

20 No te juntes con los que beben vino, ni con los que se atiborran de carne;

21 porque borrachos y glotones se arruinan y la modorra se viste de harapos.

22 Escucha a tu padre, que él te engendró, y no desprecies a tu madre por ser vieja.

23 Adquiere verdad y no la vendas; también sabiduría, educación e inteligencia.

24 El padre del justo rebosa de gozo, quien tiene un hijo sabio se alegra.

25 Que tu padre se alegre por ti y rebose de gozo la que te ha engendrado.

26 Hijo mío, confía en mí y mira con buenos ojos mi conducta.

27 Fosa profunda es la prostituta y pozo estrecho la mujer extraña.

28 Como un ladrón se pone al acecho y acrecienta la traición entre los hombres.

29 ¿De quién los ayes?, ¿de quién los gemidos? ¿de quién las riñas?, ¿de quién los lloros? ¿de quién los golpes gratuitos?, ¿de quién los ojos turbios?

30 De los que se pasan con el vino y andan probando bebidas.

31 No mires el vino: ¡Qué rojo está! ¡cómo brilla en la copa! ¡qué suave entra!

32 Al final muerde como serpiente y pica como víbora.

33 Tus ojos verán alucinaciones y tu mente imaginará incoherencias.

34 Estarás como tumbado en alta mar o recostado en la punta de un mástil.

35 "Me han pegado y no me duele; me han golpeado y no lo siento. Cuando me despierte seguiré pidiendo más."