Salmos 31:20-22

20 Al amparo de tu presencia los protegesde las intrigas humanas;en tu morada los resguardasde las lenguas contenciosas.

21 Bendito sea el Señor,pues mostró su gran amor por mícuando me hallaba en una ciudad sitiada.

22 En mi confusión llegué a decir:«¡He sido arrojado de tu presencia!»Pero tú oíste mi voz suplicantecuando te pedí que me ayudaras.