Lucas 9:36-38

36 Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Los discípulos guardaron esto en secreto, y por algún tiempo a nadie contaron nada de lo que habían visto.

37 Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, le salió al encuentro mucha gente.

38 Y un hombre de entre la multitud exclamó:—Maestro, te ruego que atiendas a mi hijo, pues es el único que tengo.