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Jueces 11:35 Biblia Reina Valera 1960 | 61 Versiones de la Biblia Comparar

Jueces 11

35 Al verla, rasgó sus vestiduras y gritó: «¡Ay, hija mía! ¡Me has destrozado! ¿Habías de ser tú la causa de mi desgracia? Abrí la boca ante Yahveh y no puedo volverme atrás.»

Jueces 11

35 así que al momento de verla rasgó sus vestiduras y rompió en llanto: «¡Ay, hija mía! ¡Qué desgracia la mía! ¡Y tú eres la causa de mi dolor, por la promesa que le hice al Señor! ¡Y no me puedo retractar!»

Jueces 11

35 Y aconteció que cuando él la vio, rasgó sus ropas, diciendo: ¡Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque yo he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y como él la vio, rasgó sus ropas, diciendo: ¡Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque yo he abierto mi boca a Jehová, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos diciendo: ¡Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen; porque [yo] he abierto mi boca al SEÑOR, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía! en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y sucedió que cuando él la vio, rasgó sus ropas y dijo: —¡Ay, hija mía! ¡De veras me has abatido y estás entre los que me afligen! Porque he abierto mi boca ante Jehovah y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y cuando él la vio, rompió sus vestidos, diciendo: ¡Ay, hija mía!, en verdad me has abatido, y tú misma has venido a ser causa de mi dolor; porque le he dado palabra a Jehová, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y como él la vió, rompió sus vestidos diciendo: ¡Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen: porque yo he abierto mi boca á Jehová, y no podré retractarme.

Jueces 11

35 Y como él la vió, rompió sus vestidos, diciendo: Ay, hija mía, de verdad me has abatido, y tú eres de los que me abaten: porque yo he abierto mi boca a Jehová, y no lo podré revocar.